El caso Campeón

.:: Artículos de Opinión :: *Pedro Carbajo

:: Es que, la verdad, a pesar de las acusaciones de acoso y Dorribo contra "el campeón" afirmando que el primero le pagó 400 millones de euracos, cuesta creer tanto despropósito. Yo no me lo creo porque no parece creíble. Porque ese dinero paréceme que no entra en un bolsillo cualquiera, mirando los míos.

:: ¿No serían alforjas esos bolsillos que presuntamente hospedaron tanto dinero? Y mire usted, lector, lo de la gasolinera tampoco me lo creo; al menos, no del todo. Más bien pudiera haber sido una 'movida' orquestada por la propaganda de las hordas judeo-masónicas fascistoides. ¿No? A ver, es un decir; se nos pide imaginación para comprender estas andanzas...

:: Otra cosa de la que yo también dudo: el transfer, ¿fue en el bar o en el excusado? ¿Ponían gasofa juntos, al lado del surtidor, mientras uno musitaba al otro aquéllo del "deja que meta la mano en el bolsillo y te ponga…”? No, no lo creo. En las pelis el pagador suele dejar el maletín en el suelo, disponible para que otro pase a por él inmediatamente pero sin contacto directo del primero con el segundo. ¿Aquí no?

:: Claro que alguno me dirá, 'que inocente eres!, que no funciona asi!'. Verdad, el cine sólo es ficción. Además, es un caso -lo ha dicho el juez Esconde Pulido- que ahora sí que hay que otorgar el derecho a la presunción de inocencia. En este caso Campeón sí. Eso creo yo también, por supuesto. Pero me indignan soberanamente no poder poner negro sobre blanco ante estas cosas tan ininteligibles que ¡hala! me he lanzado a criticar; ¡como si todos tuviéramos igualdad de derechos! Y además, el remunerado nos informa que ha visto la luz; que ahora se confiesa ¡cristiano! (¿Ronaldo?). O sea, que con eso tampoco puede ser capaz de recibir dineros opacos en gasolineras. También sobre ello se ha pronunciado Camacho, con la misma incredulidad. Uy, no, Camacho no, que es el entrenador de fútbol! Quería decir Queamaño, colega y defensor del campeón.

:: Si es que todo está hecho un lío, esto es un sindiós! Nadamos -o más bien, nos hacen nadar- en la ceremonia de la confusión. Y por eso, entre usted y yo, lo digo en serio: no me creo nada de lo que dicen; ni lo de unos ni los de otros; ¿los euros?: baladí; y el remunerado: eso, un campeón. Porque, ¿verdad que parece todo mentira?

:: Ya ni creo en que sea yo el que pueda haber escrito esto para usted, querido lector. Cuídese!

*Presidente de la Asociación 90Mil Ciudadanos